29 de septiembre de 2011

Masoquista sentimental.

Poco a poco una se da cuenta de que la vida no va por impulsos, que hay que pensar detenidamente. No con la cabeza, no con el corazón...
Hoy me siento una masoquista sentimental, un poco más madura e inteligente, un poco más viva y un poco más vieja. Necesito tiempo para pensar y no creer que me estoy equivocando con todo esto. Necesito tiempo para vivir.

No sé las repercusiones de mis palabras en el resto del mundo, no sé si tendrán valor, significado o importancia. No sé si se les dará el mismo valor que yo he tenido al escribirlas no sé si la gente entenderá que la vida para mi, ni para nadie, no es fácil.

Espero poco a poco a que el tiempo pase y cambien las cosas. Poco a poco a que el tiempo evolucione esos capullos a mariposas. Espero poco a poco a que pase algo aun sin saber qué quiero que pase exactamente. Pero esperar me aletarga, me cansa y me desestabiliza e intento llevar mi vida lo mejor que sé, porque yo, como tantos otros, no nací con un manual de instrucciones y estoy improvisando mi existencia. Mejor o peor pero es lo que hay. Yo soy lo que hay, vosotros sois lo que hay.

Me gustaría poder gritarle al mundo que no le tengo miedo, que puedo salir sola y dejar las pastillas, pero no es así. Mi mente controla todos mis actos y mi depresión, pese a estar en segundo plano desde este verano, sigue siendo muy poderosa. Y lo siento, pero no puedo hacer más de lo que hago.




 Sólo espero que no paséis lo que he pasado yo. Jamás

No hay comentarios:

Publicar un comentario