21 de diciembre de 2010

Diario de un gato

[[Lo encontré por ahí y me encantó NO ES MIO]]






Diario de un gato


Día 983 de mi cautiverio. Mis captores continúan provocándome con extraños objetos colgantes.

Cenan carne fresca profusamente, mientras que a los otros presos y a mí nos alimentan con un sofrito de carne o algún tipo de nuggets secos. Pese a que muestro mi desdén con claridad, igualmente he de comer algo para mantenerme fuerte.

Lo único que me mantiene en marcha es mi sueño de escaparme.
En un intento de darles asco, he vuelto a vomitar en la alfombra.

Hoy he decapitado a un ratón, y he dejado su cuerpo sin cabeza a sus pies. Esperaba que les provocase miedo en sus corazones, puesto que les he mostrado de lo que soy capaz. Sin embargo, simplemente han hecho comentarios condescendientes de lo “buen cazadorcito” que soy. Cabrones.

Esta noche han tenido alguna clase de reunión con sus cómplices. Me han confinado solitariamente durante el encuentro. Aun así, he podido oír el ruido y el olor de comida. He escuchado por casualidad que mi confinamiento era por el poder de las “alergias”. He de averiguar qué significa, y cómo usarlo en mi favor.

Hoy casi tengo éxito en el intento de asesinato de uno de mis torturadores, cuando he zigzagueado entre sus pues mientras caminaba. Tengo que volver a probarlo, pero esta vez en lo alto de las escaleras.

Estoy seguro de que los otros prisioneros son esbirros y chivatos. El perro tiene privilegios especiales. Le liberan regularmente - y parece más que deseoso por volver. Evidentemente es restrasado.

El pájaro debe ser un informador. Le observo comunicarse con los guardias con frecuencia. Doy por seguro que informa de cada movimiento que doy. Mis secuestradores le han organizado una protección en una celda elevada, así que está fuera de mi alcance. Por el momento.....






fuente

13 de diciembre de 2010

Pensamientos filosóficos de tercer grado

continúo pensando en hacerme el blog que borré sobre sexología y sexualidad ...

1 de diciembre de 2010

Y tras el pequeño momento de euforia, te sientes tan cansada que te das cuenta de que ese cansancio no es más que tristeza acumulada. Una tristeza que por cualquier motivo aún no conocías porque estaba muy muy escondida en tu interior. Y comienza a lamerte poco a poco envolviéndote en un manto de oscuridad del que no quieres salir, un manto que te atrae prometiéndote un falso calor y un falso abrigo. Y cuando quieres darte cuenta vuelves a estar tirada en la cama sin ganas de hacer nada más que de dormir.

Y entonces llega la duda de si alguna vez se marcharon esas sombras de verdad. Una depresión que te marca por dentro, deja una cicatriz que sólo tú puedes ver y ocultarla ante los demás te lleva a vivir en una nube de bipolaridad que crea un falso mundo de felicidad en el que ocultas esa cicatriz.
Ser humano es complicado, ser una persona es algo que pocos consiguen, ser uno mismo es, cuanto menos, una tarea ardua. Si esa personalidad se desmorona ¿qué nos queda entonces?

Poco a poco uno se va dando cuenta de que no todo es tan negro como parece. Sin embargo, salir de una depresión es un camino largo, y sigue sin estar todo echo. Pero sigue siendo algo personal e intransferible. Me gustaría deciros como me siento ahora mismo. Pero no puedo expresarlo con palabras. No sé hacerlo, no me veo capaz.
De vez en cuando tengo recaídas, cosa que me hace plantearme si realmente seré bipolar. Hoy tengo una de ellas.
Pero para todo lo demás GIGA PUDING

puddipuddipuddipuddipuddipuddi ♫
El final del cuento de hadas.
Adoro esta foto, es melancolía pura y dura