1 de diciembre de 2010

Y tras el pequeño momento de euforia, te sientes tan cansada que te das cuenta de que ese cansancio no es más que tristeza acumulada. Una tristeza que por cualquier motivo aún no conocías porque estaba muy muy escondida en tu interior. Y comienza a lamerte poco a poco envolviéndote en un manto de oscuridad del que no quieres salir, un manto que te atrae prometiéndote un falso calor y un falso abrigo. Y cuando quieres darte cuenta vuelves a estar tirada en la cama sin ganas de hacer nada más que de dormir.

Y entonces llega la duda de si alguna vez se marcharon esas sombras de verdad. Una depresión que te marca por dentro, deja una cicatriz que sólo tú puedes ver y ocultarla ante los demás te lleva a vivir en una nube de bipolaridad que crea un falso mundo de felicidad en el que ocultas esa cicatriz.
Ser humano es complicado, ser una persona es algo que pocos consiguen, ser uno mismo es, cuanto menos, una tarea ardua. Si esa personalidad se desmorona ¿qué nos queda entonces?

Poco a poco uno se va dando cuenta de que no todo es tan negro como parece. Sin embargo, salir de una depresión es un camino largo, y sigue sin estar todo echo. Pero sigue siendo algo personal e intransferible. Me gustaría deciros como me siento ahora mismo. Pero no puedo expresarlo con palabras. No sé hacerlo, no me veo capaz.
De vez en cuando tengo recaídas, cosa que me hace plantearme si realmente seré bipolar. Hoy tengo una de ellas.
Pero para todo lo demás GIGA PUDING

puddipuddipuddipuddipuddipuddi ♫
El final del cuento de hadas.
Adoro esta foto, es melancolía pura y dura

No hay comentarios:

Publicar un comentario