7 de enero de 2011

Tras unos días sin funcionarme el editor de Blogger en Chrome, por fin he podido meterme hoy y actualizar.
Los otros dos Blogs que tengo con esta cuenta, están ahora mismo en marcha. Uno de ellos lo lleva mi chico y el otro lo llevo yo en exclusiva. Cuando estén empezados pondré los links por todas partes.

Pero ese no es el tema del que venía a hablar aquí hoy.
Últimamente, me siento muy vulnerable con todo lo que está pasando, siempre que pasan estas cosas, haga lo que haga fui, soy y seré siempre la mala del asunto. Aún no sé qué es exactamente lo que hago mal, o lo que hago así sin mas, para ser tan mala pase lo que pase y sobre todo cuando ahora, me siento la víctima de todo esto.
Intento continuar y seguir adelante pero es muy tedioso no saber muy bien lo que se quiere. Y es muy frustrante estar en esta situación y que compañeros y amigos se hagan los locos.
Odio todo esto, no sé ni si quiera describir cómo me siento. Me siento furiosa, vulnerable, triste, irascible y muy muy inestable. Sobre todo inestable y odio que las cosas en mi vida no sean estables.

Esa sensación de calma y tranquilidad que tan pocas veces he sentido... en fin, sé que siempre me enrollo con las mismas cosas, la verdad, el tiempo, los secretos, las movidas... Pero es lo que hay. Llevo meses -si no años- diciéndoles a mis amigos que POR FAVOR me digan la verdad SIEMPRE, prefiero mil veces enfadarme un rato a estar engañada. Esa sensación no se va nunca. Y llevo años engañada...

Odio que la gente hable a las espaldas. Sé que todos lo hemos hecho -me incluyo- pero intento en la medida de lo posible no hablar mal de nadie cuando no está presente, y si alguna vez lo hago, acabado confesándolo después. Pero yo no puedo seguir con esa sensación de inseguridad que me jode más que ha nadie, que me quema por dentro, esa sensación de no poderle confiar ningún secreto a ciertos amigos por saber con certeza que va a ser desvelado cuando ella hable con quien sea. Ese irritante saber que se lo va a contar a quién quiera que pregunte y probablemente al que no pregunte también. Pero, sobre todo, ese saber que no puedes confiar ni en tu sombra, cuando esos amigos, hablan mal de ti a tus espaldas.

Descubres tras dos años de amistad que nadie más que los que a ti te gustan llamar "Los de Siempre" no han estado ahí porque esos de Siempre han hablado mal a la gente, la gente te teme. Es como ser un monstruo.
ESO es exactamente lo que me ha pasado a mí y es así exactamente como me siento.
Un monstruo, una arpía. Alguien que no puede tener más amigos porque les espanta, porque le da miedo a la gente por si les pego...
Es una bomba de relojería capaz de destruir moralmente por dentro a una persona. Y la única solución para esto es hacerse la tonta. Como está haciendo todo el mundo. Pero es tan desesperante creer no saber de qué va la cosa...

Escribo para sentirme mejor, escribo para olvidar lo que pasa, escribo para saber realmente cómo me siento, y sigo perdida.
No se me da muy bien esto de escribir sentimientos, pero he de decir que llevo meses sintiéndome así y es por eso que la actualización es tan larga.

Ahora mismo estoy feliz, tranquila. Pero sigue ahí un come-come que me molesta como una mosca detrás de la oreja, que no me deja en paz. Y lo odio.
De momento quiero que las cosas sigan así, debe ser el espíritu navideño, pero estoy bien, aunque se que debo andar con mil ojos y no fiarme de nadie, al menos ahora lo se.

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